Palabra y juego en los libros
para niños
En primer lugar, debemos definir “libros para niños” en los que se centra el
artículo, se refiere pues, a la relación entre el juego y la palabra que se
desarrolla. Las letrillas,
las adivinanzas y muchos juegos de raíz literaria, y hasta algunos refranes, se
integran en ella. Igual que la dramatización, como actividad oral y creativa.
Por otro lado, los tebeos y las tiras de comic, etc, no sirven como juego
porque en ellos no se produce necesariamente el juego, sino simplemente la
lectura de imágenes.
Existen
multitud de juegos, como por ejemplo los juegos con el propio libro:
Los
que se sirven de imágenes fijas. Son aquellas
imágenes en las que centramos la atención mediante la introducción de nuevos
elementos o de ligeras alteraciones, se transforman sucesivamente en
representaciones de distintos objetos.
Por ejemplo, una mancha de forma circular que puede provocar, por ejemplo un globo, una
nube, una sandía, un balón, etc.
Los
que se sirven de imágenes móviles. Estas imágenes
adoptan la forma de plegables, recortadas o siluetadas que pueden cambiar de
posición hasta constituir, por ejemplo, una casita en la que se mueven personas
o animales, crecen los árboles…
Por otro lado existen
los juegos que persiguen la vivencia
del texto:
Aquellos en que
predomina el movimiento. Estos son muy útiles para el desarrollo de la
psicomotricidad. También se pueden formar a partir de canciones populares a las
que se somete a ligeras variaciones.
Aquellos
en que predomina la acción. Son los propiamente dramáticos. Nos encontramos con
poemas, cuentos y textos dramáticos
propiamente escritos para su representación. Los textos dramáticos sólo
requieren de una puesta en escena.
Juegos
que incitan a la prolongación del texto. Son las típicas adivinanzas.
Textos
motivadores de ritmo. Hablamos de algunos poemas y algunas canciones. Recitado
a coro, permite un juego en el que se entrecrucen los brazos y movimientos para
alternar palmadas. El trabalenguas puede repetirse cuantas para completar el
juego.
Juegos
de adivinación. Las adivinanzas constituyen un divertido juego de
lenguaje y de creatividad.
Existen multitud de juegos como por ejemplo, juegos
de observación, juegos intelectuales añadidos al texto…etc. En conclusión, esta
asociación de juego y palabra sirve para acercar al alumno a la literatura
infantil, en un proceso lecto-escritor que no sea demasiado abrupto.,
alejándose así del modo tradicional de enseñanza-aprendizaje, siendo la lectura
un elemento motivador.
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