miércoles, 2 de octubre de 2013

Palabra y juego en los libros para niños
                              
En primer lugar, debemos definir  “libros para niños” en los que se centra el artículo, se refiere pues, a la relación entre el juego y la palabra que se desarrolla.  Las letrillas, las adivinanzas y muchos juegos de raíz literaria, y hasta algunos refranes, se integran en ella. Igual que la dramatización, como actividad oral y creativa. Por otro lado, los tebeos y las tiras de comic, etc, no sirven como juego porque en ellos no se produce necesariamente el juego, sino simplemente la lectura de imágenes.
Existen multitud de juegos, como por ejemplo los juegos con el propio libro:

Los que se sirven de imágenes fijas. Son aquellas imágenes en las que centramos la atención mediante la introducción de nuevos elementos o de ligeras alteraciones, se transforman sucesivamente en representaciones de distintos objetos.  Por ejemplo, una mancha de forma circular  que puede provocar, por ejemplo un globo, una nube, una sandía, un balón, etc.

Los que se sirven de imágenes móviles. Estas imágenes adoptan la forma de plegables, recortadas o siluetadas que pueden cambiar de posición hasta constituir, por ejemplo, una casita en la que se mueven personas o animales, crecen los árboles…

Por otro lado existen los juegos que persiguen la vivencia del texto:
Aquellos en que predomina el movimiento. Estos son muy útiles para el desarrollo de la psicomotricidad. También se pueden formar a partir de canciones populares a las que se somete a ligeras variaciones.
Aquellos en que predomina la acción. Son los propiamente dramáticos. Nos encontramos con poemas,  cuentos y textos dramáticos propiamente escritos para su representación. Los textos dramáticos sólo requieren de una puesta en escena.

Juegos que incitan a la prolongación del texto. Son las típicas adivinanzas.

Textos motivadores de ritmo. Hablamos de algunos poemas y algunas canciones. Recitado a coro, permite un juego en el que se entrecrucen los brazos y movimientos para alternar palmadas. El trabalenguas puede repetirse cuantas para completar el juego.

Juegos de adivinación. Las adivinanzas constituyen un divertido juego de lenguaje y de creatividad.


Existen multitud de juegos como por ejemplo, juegos de observación, juegos intelectuales añadidos al texto…etc. En conclusión, esta asociación de juego y palabra sirve para acercar al alumno a la literatura infantil, en un proceso lecto-escritor que no sea demasiado abrupto., alejándose así del modo tradicional de enseñanza-aprendizaje, siendo la lectura un elemento motivador.

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